¿Por qué nosotros no? Acción Ciudadana por la Salud y el cambio de la Ley Española de Tabaco

EL MITO DEL “FUMADOR PERSEGUIDO”

05/01/2010 Dr. Rodrigo Córdoba García

De vez en cuando y especialmente en las fases mas criticas del debate social, cuando se debaten en los parlamentos la adopción de normas reguladoras del consumo de tabaco o su posible modificación podemos leer en la prensa cosas como las que siguen a continuación:

“Uno toma a chirigota semejantes mamarrachados por no incurrir en la jeremiada. Pero uno también sabe que, detrás de este pedrisco de estudios insensatos e irrisorios, se encubre una muy calculada estrategia que persigue la exclusión social de los fumadores, su conversión en una nueva raza de humillados y ofendidos despojados de sus derechos mas elementales“(Juan Manuel de Prada. XL Semanal, 5 de Noviembre de 2005). El autor de este texto esta en su derecho a frivolizar y burlarse de la ciencia medica y la estadística, pero debería ser consciente que si un día tienen que operarle de una apendicitis o de un cálculo en el riñón las decisiones claves que tomará el anestesista o el cirujano están fundamentadas en estudios científicos de los que la estadística es una parte fundamental. El espantajo de la amenaza a los derechos del fumador no se oculta entre sus argumentos. Por otro lado, Antonio Burgos escribió hace pocos años: “Ya se prohíbe fumar en casi todos los trabajos, en casi todos los locales públicos. Con la resignación con que los fumadores aceptamos todas las agresiones a nuestra libertad, no será extraño que la Unión Europea ordene pronto que todos llevemos una estrella amarilla en la manga. En este mundo que alardea de tolerancia, los fumadores somos los nuevos judíos, el pueblo perseguido” (EL MUNDO, 10 de septiembre 2003) . El escritor y académico Javier Marías escribía poco después de aprobarse por un gran consenso la Ley del Tabaco en el Parlamento español lo siguiente: “...en estas fechas ha entrado en vigor la dictatorial ley antitabaco... No se olvide que durante cuarenta años ya fuimos tratados por el poder como menores de edad y como vasallos. Ya basta.” (EL PAIS SEMANAL. Enero 2006).Uno de los miembros fundadores del Club Fumadores por la Tolerancia, ha renegado del tabaco y se ha alejado del Club, pero sigue afirmando que se persigue a los fumadores: “Cuando dejé de fumar fui, poco a poco, alejándome de la "Asociación de fumadores por la tolerancia", pero no porque estuviera en desacuerdo con ellos (no lo estoy) sino porque me disgustaba el tono "carca" de la revista, y porque poco podía ayudarlos quien ya no fumaba por convicción, que no por gusto. Con los fumadores se está siendo excesivamente duro. Lo creo sin dudas. Su persecución parece obra de curas y curitas acérrimos” (Antonio de Villena. EL MUNDO. MAGAZINE.24-12-2005). Pero al otro lado del Atlántico tampoco se quedan mancos. Un artículo publicado en El Mercurio de Santiago de Chile argumentaba lo siguiente: “¿Vamos a prohibir el huevo con tocino o jamón, por sus efectos perniciosos para la salud? El costo de estas leyes inútiles debiera descontarse de los sueldos de los parlamentarios y, muy especial, de los médicos, que piensan con el corazón y no con la cabeza. Y cuando estas leyes fracasen, espero que no propongan la pena de muerte para los fumadores” (A. Bardón. EL MERCURIO; 17-08-06). Gary Nolan, candidato sin partido a las elecciones presidenciales de EEUU en 2004 y portavoz del Club de Fumadores (National Smokers Alliance) afirmaba en sus comparecencias cosas de este tipo acerca de la extensión de las regulaciones del tabaco en su país: "Todo esto se esta desbordando. Lo próximo será la regulación de la dieta y sobre como tenemos que criar a nuestros hijos. Nada mas sagrado que todo eso". Luis Alberto Lacalle, precandidato del Partido Nacional, criticó la actual Ley del tabaco de Uruguay que protege a los no fumadores en todos los espacios públicos cerrados con un “mantra” similar: "Si mañana se quisiera ser más justo todavía, lo que se podría hacer es que el fumador pagara más caro el seguro de salud o las cuotas mutuales, porque es más proclive a enfermarse". Agregó "además si seguimos en esto, comer carne gorda, que a mí me gusta mucho y con bastante sal, entonces qué vamos a poner, ¿un inspector de parrillas para ver si me comí uno o dos pedazos de vacío bien cocinados? Me parece que la libertad hay que respetarla" (Contrapunto, 5-Junio-2009).

No vamos a decir que toda esta orquesta tenga un único director pero si que estos argumentos reproducen, sin duda, la música que le gusta oír a la industria tabacalera que en sus documentos internos recomienda precisamente esta estrategia de comunicación y que resume en los siguientes principios: 1) Las prohibiciones del tabaco preceden a prohibiciones en otras materias de "elección personal"; 2) Fumar es una "elección personal" que debe estar fuera de controles externos; 3) La intolerancia contra los fumadores es propia de actitudes totalitarias; 4) Se deben crear grupos de presión para defender el enfoque de la “tolerancia” (Estrategia de Philip Morris para España y Portugal para el periodo 1994-1996: “Plan de Aceptabilidad Social del Tabaco).

No hay noticias de que alguno de estos “opinadores” haya dirigido su artillería contra el Código de Circulación o el Carne por puntos bajo el argumento de que suponen un acoso o una persecución del conductor temerario. Tampoco dicen que la Ley Tributaria es un acoso al defraudador fiscal. ¿No será que las leyes, las regulaciones y las normas protegen los auténticos derechos públicos frente a ciertas pretensiones inaceptables?

Dr. Rodrigo Córdoba García, Profesor de la Facultad de Medicina. Zaragoza. España.

 

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